
La celebración de la Primera Comunión fue un momento lleno de alegría, significado y espiritualidad para los niños y sus familias. Tras meses de preparación, catequesis y acompañamiento, los estudiantes recibieron por primera vez el sacramento de la Eucaristía, renovando su compromiso de crecer en la fe y en los valores cristianos.
La ceremonia, marcada por la participación activa de los niños, estuvo llena de gestos simbólicos que recordaron la importancia de vivir según el mensaje de Jesús. La comunidad educativa se unió en oración, agradeciendo la dedicación de los catequistas, profesores y familias que hicieron posible este encuentro tan especial.